sábado, 23 de julio de 2011

A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj

Muchos relojes pero ninguno es el perfecto
A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.
Fue a buscar un reloj nuevo a la tienda de al lado, pero ningún tic tac le gustó.


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.
Fue a buscar un reloj nuevo a la tienda del pueblo, pero ningún tic tac le gustó.


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.
Fue a buscar un reloj nuevo al reino de al lado, pero ningún tic tac era suficiente para ella.


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.


Lisa buscó y buscó, pero jamás encontró.


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.
Una mañana, Lisa al espejo se fue a mirar.
"Hoy buscaré un reloj nuevo, como cada día", se dijo Lisa.
Pero en el espejo vio arrugas en su antes lisa y blanca tez. Vio cabellos blancos en lugar de espigas de trigo doradas sobre su cabeza. Vio ojos grises en lugar de los azules que alguna vez tuvo.


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.


Lisa llevaba buscando el tic tac perfecto toda su vida.
Pero jamás lo encontró.


El tic tac que buscaba era el de su reloj gemelo.
  bum bum                                      corazón


"Muchos relojes, pero ninguno es el perfecto"
Y Lisa comprendió que el amor no era perfecto, que tenía que dejar de buscar la perfección, porque no existía.


"Pero ya soy vieja", continuó. "Lo he comprendido demasiado tarde".


A Lisa no le gustaba el tic tac que hacía su reloj.
Y el reloj se paró.


Debemos dejar de buscar la perfección en el amor porque nunca la vamos a encontrar. El amor es una incógnita, es incomprensible.
No esperes a que sea demasiado tarde.

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