lunes, 30 de mayo de 2011

Tic, tac...

El tiempo forma parte de nuestras vidas.
Camina silencioso entre las nubes formando una estela plateada comparable a las estrellas.
Es un personajes más en nuestra historia.
El tiempo nos quiere, nos ayuda,  nos permite olvidar... o recordar.
Nos permite comprender a los demás.
Pero hay veces en las que el tiempo es al que debemos comprender.
Cuando el cabello cano inunda nuestras barbas y nuestra piel muestra irregularidades por todas partes, nos damos cuenta de que nos queda poco tiempo. Y allí lo culpamos de nuestra marcha, sin darle tiempo a explicarse.
Porque hay veces que hay que darle tiempo al tiempo.
Posiblemente jamás le perdonemos, pero solo el tiempo nos mostrará lo que hay al otro lado.

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